domingo, febrero 13, 2005

cArNaVaLes...

En Lima los carnavales son bastante peculiares. ¿A quién no le ha pasado que iba absolutamente desprevenido, ya sea a pie, en auto, en bus, en bicicleta.. y de pronto siente un golpe súbito y una molesta sensación de humedad?. "Ya me mojaron". Es que en Febrero rige la ley del globazo. Algunos no se preocupan por inflar y amarrar globos, les basta con llenar un balde de agua y al primer transeúnte distraído: ¡JUASH!. Podría sonar divertido, pero no para aquellos que salen con apuro hacia una cita importante, quizá una entrevista de trabajo, transportando documentos, bien arreglados, recién bañaditos, elegantes. A veces parece que mientras más "tiza" te pones, con más ganas te mojan. ¿Es justo?..No.
Hay quienes dicen: "Pero es los domingos nomás". MENTIRA. De lunes a viernes los "chibolos" aprovechan para bombardear desde las azoteas y perseguir al sexo opuesto con pequeños baldecitos y en bicicleta. Y es que es también una guerra de sexos. Las chicas no mojan a las chicas, eso es traición. Igual con los chicos. El otro día, iba yo andando muy tranquila, por mi cuadra, cuando de pronto escuché unos chillidos desde una azotea: "¡¡tírale, ya, tírale!!". Era una niña con una pistola de agua. Al parecer estaba apurando a su hermanito, pero no logré ver a éste, al parecer estaba avocado a la tarea de inflar globos, pues ya los había reventado todos en otras transeúntes. A veces sucede. Gajes del oficio.
Pero en algunos lugares no solo se arroja agua sola, sino que agua sucia, agua con pintura, pintura sola, barro, betún, etc. No falta un cobrador de combi que parado en el estribo, como de costumbre, apunta con su pistolita, a veces con una simple botella. Y en los lugares más peligrosos, las pandillas no solo te bañan, sino que te dejan literalmente "calat@", porque de taquito te roban. Es una injusticia.
Pero todos ya estamos acostumbrados. "Sí pues, me mojaron". Ya no se respeta ni a las señoras que andan por las calles.
¿Quién podrá defendernos?.
Un domingo en familia, jugando con agua, puede resultar muy divertido. Inclusive entre vecinos, siempre que todos participen del juego VOLUNTARIAMENTE. Pero, lamentablemente, más mojados quedan aquellos que no están jugando.
Esto me hace pensar que vivimos en -Lima- el mundo al revés.

2 comentarios:

Scavenger Bride dijo...

...y te olvidaste de las clásicas 'matacholas', aún vigentes en algunos rincones del Perú.
Pensar que nuestras abuelas guardan recuerdos tan distintos de los carnavales limeños. Eran las épocas de los 'chisguetes', que estaban cargados de agua perfumada. Así, pues, sí.

Anónimo dijo...

...a propósito de los cobradores de combir que te tiran agua con un chisquetitio ridículo, no puedo evitar pensar que es una breve diversión en un trabajo agotador y casi tan patético como el de los pobres huachimanes (ya no sé ni como se escribe la palabra ésta ha variado tanto, es como un chispazo de niñez con un toque de inocencia, que sólo la percibes en unos microsegundos antes o después de mentarles la madre....