miércoles, febrero 28, 2007

Buses a Gas al fin en Lima

Me dispuse a volver a casa y llegué a mi paradero habitual de la avenida Javier Prado. Buscaba algún carro con asientos vacíos y hacia el fondo vi un gran bus con un aviso de luces rojas que decía Javier Prado. Me acerqué para ver mejor y había un cobrador entonando el usual "Javier Prado, La Marina..." Me subí sin pensarlo dos veces y fue tan emocionante la experiencia que la tengo que contar:

Aunque no habían asientos libres, era amplio el espacio en el medio y la velocidad del vehículo permitía viajar cómodamente, a pesar de estar de pie.
Morena: ¿Y estos buses de dónde salieron?
Señorita 1: No sé, primera vez que los veo.
Morena: Yo también.
Señorita 2: Parece que estoy en otro país.
Señorita 1: Ojalá no los malogren. Que no los pinten.
Morena: La gente tiene que aprender.
Dos pantallas planas suspendidas sintonizaban canales de música (Htv y Ritmoson), una niña cantaba "ya no estoy loco por volverteaveeerrrr wayoo, wayooo, wayoo..." y un espacio a la mitad del bus estaba reservado para el snack, donde el vendedor tenía su silla, desde la cual podría repartir papitas, galletas, etc; además tenía un teléfono rojo para emergencias. Pude observar también dos cámaras de video en el techo.
Cobrador 2: "Pasaje a la mano..."
Morena: ¿Desde cuándo está operando este bus?
Cobrador 2: Desde hace dos meses.
(Un asiento se desocupó)
Pasajero: Señorita, siéntese.
Morena: Gracias (sonrisa).
El autoadhesivo gigante sobre la ventana recordaba a los viajeros las bondades del servicio, entre ellas una rampa en cada puerta del bus para facilitar el ingreso de sillas de ruedas y la no contaminación o cuidado del medio ambiente, pues este bus utilizaba gas natural. Tampoco olvidemos que este transporte rápido cuenta con monitoreo satelital...
Pasajera: Señor (al cobrador), avíseme cuando lleguemos porque no se ve...
Es verdad, los vidrios oscuros no permitían una buena visibilidad del exterior, sobre todo porque afuera también estaba oscuro, era de noche. Pero qué alivio no estar tambaleándose todo el camino. El carro por lo general mantenía su carril, sin hacer tanta "s" como las combis.
Los dos cobradores y el chofer se comunicaban gritando porque, si no era así, no se oían de un lado al otro del bus.

Lamentablemente, aún conservan el defecto de detenerse en paraderos no autorizados o permitir que las personas bajen mientras el carro no se ha pegado a la acera (ubicado en 2da fila). Punto en contra. Pero por lo demás, quedé muy satisfecha.

A CETUPERU ya se han afiliado varias empresas de transporte. Debí conservar ese boleto de recuerdo. Ha sido realmente extraño este viaje, como dijo esa chica, parecía que estaba en otro país menos caótico. Quizá algún día la gente aprenda a bajar en los paraderos, tocando el timbre con anticipación. Además, que no habrá que pagar el pasaje durante el camino, sino que podremos comprar tarjetas con anticipación. ¡Quizá algún día exista un Metro en Lima!

Hoy he recobrado las esperanzas en esta ciudad.

La página de CETUPERU



1 comentario:

atormentado dijo...

hace tiempo, creo hubieron unos buses que iban desde la molina por toda la javier prado hasta la marina creo. y cobraban el doble de pasaje. Uno no podia ir de pie. osea que cuando se llenaba ya no recogia pasajeros.
estos buses desaparecieron, o mejor dicho el servicio en sí desaperecio. Los buses sirivieron par aotra ruta. Tenian tambien un televisor y habia una señorita que era la que cobraba.
Esto fue hace tiempo y yo solo llegue a subir maximo unas 10 veces.

Ojala que estos buses "no contaminantes" duren mas tiempo. y que la gente los cuide. Mañana mismo me voy a buscar uno para sentirme "en otro pais"

saludos