sábado, agosto 11, 2007

La Muerte para los que aún siguen vivos: reflexiones

La pérdida de un ser querido, de nuestro entorno más cercano, podría convertirse en un episodio traumático imposible de superar. Nada nuevo?, tal vez.

Los momentos importantes en la vida a veces pierden sentido si no pueden ser compartidos con las personas amadas, quienes también nos aman y se interesan por estar presentes en esos "momentos importantes". Cualquier progreso, triunfo, alegría o pena, inclusive las situaciones cotidianas y elementales (tal vez porque nos acostumbramos a hacer las cosas pensando en los demás y en cómo nuestro bienestar y felicidad repercutirá en ellos o simplemente porque, como seres sociales, necesitamos de la compañía de estos), todas, queremos vivirlas junto a ellos. Otros significativos, digamos.

La ausencia irremediable de esas personas. Tal vez el día de tu graduación, en tu boda, en tu cumpleaños o en general las veces que recibes buenas noticias y casi lloras de alegría -o efectivamente, lloras- empiezas a buscar a tu gente, haces llamadas telefónicas, solicitas su presencia para ser felices juntos, porque la mayoría de quienes nos estiman, creo yo, se alegran y celebran nuestros buenos momentos. Y cuando alguno de esos seres no está, el vacío es evidente y lógicamente añoras esa sonrisa, ese abrazo, etc. Wish you were here, dicen. Sí pues, cuánto hubieras disfrutado con esto, piensas.

Y los momentos infelices quizá son doblemente trágicos si estabas acostumbrado a compartirlos con esos ausentes. Esa primera persona en la que pensabas cuando sentías miedo, angustia, dolor, ese alguien que contestaba el teléfono inclusive de madrugada y que tal vez no tenía la solución a tus problemas pero al menos te escuchaba, tal vez te soltaba un sermón con el que te arrepentías de buscarle o que simplemente se reía de lo que te pasó, pero ahí estaba esa persona.

Dicen que el tiempo ayuda a sobreponerse de estas pérdidas. Yo creo que sí, uno puede ir acostumbrándose a su nueva vida tras la muerte de un ser amado. Pero la acumulación del mismo tiempo sin ellos también vuelve más pesada la ausencia. Y te preguntas mil cosas, como por ejemplo ¿volveré a verle alguna vez? Porque lo único que te queda es esperar que exista eso que llaman eternidad y que al morir tú también podrás abrazarle otra vez y sentir su presencia, de alguna manera...

Supongo que dejaré aquí esta reflexión porque ya la he pensado varias veces y no me ha llevado a ningún lado todavía. Solo dejo este tema de Maná, Ojalá pudiera borrarte. De hecho no creo que nadie quiera borrar los recuerdos de aquellos que se fueron, yo atesoro en la memoria sus voces, al menos, que aparentemente son lo que mejor sabe guardar mi cerebro, pero igual me provoca ponerla como soundtrack del post. Así que ahí va.



Tags Blogalaxia: Muerte, Tristeza, Morena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Diana;
En 1993 Billy Joel lanzó al mercado "River of Dreams", dentro del cual está el tema "Lullabye (Goodnight, My Angel)", dedicada a su hija nacida en 1986, Alexa Ray.
Ella le preguntó un día que ocurre cuando las personas se mueren, o algo así. La respuesta trató de dársela en esta hermosa canción.

http://www.sing365.com/music/lyric.nsf/Lullabye-Goodnight-My-Angel-lyrics-Billy-Joel/5777D01ECBFF10EC48256870001FDBF1

I think I know what you've been asking me
I think you know what I've been trying to say
I promised I would never leave you
And you should always know
Wherever you may go
No matter where you are
I never will be far away
...
Someday your child may cry
And if you sing this lullabye
Then in your heart
There will always be a part of me
...
Someday we'll all be gone
But lullabyes go on and on...
They never die
That's how you
And I will be

Julián

Morena dijo...

Es una canción muy linda Julián, muchas gracias...