Hace algún tiempo me cuesta conciliar el sueño. Incluso esos días en que más tarde me acuesto y en que más me pesa el cansancio, una vez en la cama, con los ojos inevitablemente abiertos, pienso en el día, en todo lo que viene mañana, en el pasado y las tantas cosas de la vida, las decisiones, los momentos, los errores, los deseos. Hasta que intento no pensar más, visualizar el negro y no pensar, no desear, ni si quiera soñar.
También pienso mientras ando en combi, con la cabeza recostada sobre el vidrio o mientras camino en la calle. Pienso cuando observo a la gente -me gusta meditar sobre el por qué de su performance en el escenario del mundo (qué cursi)- y cuando leo blogs también, hago una pausa entre línea y línea para pensar en lo que ha dicho el blogger.
Y ahora me detengo y pienso, ¿para qué estoy escribiendo esto? Obviamente no sé exactamente cómo va a terminar el post, solo escribo porque siento que hay algo que tengo que entender, que decirme a mi misma y tal vez lo lograré escribiendo. Inclusive, luego de pensar todo esto lo escribo en el post y ahora tú, amable lector, te ríes y sigues leyendo. Debo estar algo loca, por publicar esto.
Aún ahora no entiendo del todo bien por qué enlazo todo en mis pensamientos, tal vez porque la mente es así, da saltos de una historia a la otra y cuando te das cuenta no entiendes cómo llegaste a ese tema. Pero me ha estado dando vueltas un recuerdo, de cuando tenía 13 años y en mi colegio -de mujeres- celebrábamos la semana de la juventud con campeonatos deportivos. Yo jugaba básket, solía competir en Adecore y todo. No es que fuera buena pero al menos manejaba la técnica.
Suspendida en el aire tras aplicar un doble ritmo frente al aro rival, un espantoso calambre azotó mi pierna y al descender me fui con todo al suelo, empecé a gritar y llorar de dolor (ojalá nunca les de un calambre así). Poco después había un montón de gente a mi alrededor mirando con susto y la "miss Lucy", profe de "educación física" me tocó la pierna y por lo dura que estaba se percató de que, en efecto, era un calambre. Tiempo después yo estaba fuera de la cancha llorando, ya no de dolor sino de rabia porque estaba en la banca, sin poder jugar.
Recuerdo que eramos 2 las -modestia aparte- "estrellas" del equipo. Una estaba ya sentada pues en el partido anterior terminó enyesada. Ser confinada yo también a la banca ya era too much, ¿serían suficientes las otras chicas?, ¿aguantarían los minutos restantes del partido? Yo lloraba y no podía dejar de gritar indicaciones hacia la cancha: "bajen!", "marca a gloria!", "no la dejes lanzar!". Qué importante era para mi ese partido. De vida o muerte. Ya no me acuerdo si ganamos o perdimos, pero qué loco es que, así como esos campeonatos, tantas cosas en la vida de una van pasando y dejan de ser una preocupación para convertirse en un ameno recuerdo.
Pero igual una se sigo preocupando por sonseras. Hoy por ejemplo me estresaba cómo pasaban las horas en mi cama, era domingo, yo no me levantaba, había un sol precioso como para caminar y todo. Y se me estaba yendo la vida pero yo prefería quedarme en la cama escuchando varias veces las mismas canciones de esos discos que tanto me gustan, y pensar más. Recordar.
Tal vez debería pensar un poco menos y hacer más. Divertirme y gozar de todas las cosas. A mi alrdedor veo gente que pasa por lo mismo que yo y se hace menos bolas. Aunque sospecho que no necesitan preocuparse porque tienen a gente como yo que piensa por todos.
Quizá me complico la existencia pensando tanto. Finalmente siempre sigo equivocándome y haciendo cosas de las que quizá no me arrepienta pero que hubiera sido mejor no hacer. Ya me duele un poco la cabeza así que me iré a intentar no pensar.
Tags Blogalaxia: Pensamientos, Morena.
6 comentarios:
Pienso y luego existo...
Sólo sé que nada sé...
aunque mejor
siempre es decir
"ni siquiera sé que nada sé"
no pensar, deslizarse, fluir...
a mi tmb me pasa que no puedo conciliar el sueño. y pienso y pienso. mi cabeza no deja de trabajar por mas que quiera concentrarme y dormir.
ahora mientras leía tu post imaginaba una voz femenina que narraba todo lo escrito
donde mas pienso es en mi trabajo. tengo mucho tiempo para pensar allí. aparte que en mi turno soy el único en toooodo el piso.
demasiado tiempo para meditar.
Jajaja.
¿Eres virgo? Porque algo de eso tengo yo, y sin hablarte de cómo me consideran el "doctor corazón y cura depresiones." Y nadie me cura a mí :(
En fin, lo que te puedo aconsejar es que está bien, piensa mucho, yo lo hago siempre, pero mantén el equilibrio con sacarle el máximo de diversión a cada momento (en la oficina, el la univeridad, en la calle)... a mil! mientras no estés en la cama (mira mi profile)
Por último, los domingos, al igual que otros días que puedo, jateo hasta las 2pm. No problem con eso.
Un beso Morena y se me cuida.
KTC
Morena, preocúpate cuando dejes de pensar. En algún lugar leí lo siguiente:
"Pensar nos hace libres, seámoslo siempre"
Un abrazo.
Morena, preocúpate cuando dejes de pensar. Hace un tiempo descubrí esta frase (no sé de quién es, pero me pareció correcta):
"Pensar nos hace libres, seámoslo siempre"
Un abrazo.
MORENA, ES NORMAL EN GENTE COMO TU, COMO YA LO DIJO EL OTRO...PREOCUPATE CUANDO DEJES DE PENSAR...., ME PARECE ...O... TU CORAZONCITO HA SENTIDO LA PRIMAVERA ???....
SIGUE PENSANDO, Y ESCRIBIENDO
JOSé
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