miércoles, febrero 16, 2005

"El pan nuestro de cada día"

Es interesante cómo varían las costumbres respecto a la alimentación diaria, en una misma ciudad, a lo largo del tiempo.
Leyendo sobre el siglo XIX en Lima, encontré algunos datos interesantes que quisiera compartir.
Hoy en día, la mayoría de limeños estamos acostumbrados a servirnos tres comidas diarias, y a veces solo dos, suprimiendo en algunos casos la cena, y en otros el desayuno. Para esto habrá que dejar claro que llamamos "desayuno" a la comida de la mañana, "almuerzo" a la de la tarde y "cena" a la de la noche.
Pero antiguamente la alimentación era distinta.
La primera comida, llamada desayuno, se consumía al alba, ya que en ese entonces, la falta de luz, obligaba a los limeños a aprovechar al máximo el sol y a levantarse muy temprano.
Esta comida carecía de solemnidad y era servida en la cama por los sirvientes, en el caso de las familias adineradas, los cuales tomaban chocolate y frutas. En otros casos, alguna carne estofada. Pero era lo común beber chocolate acompañado de tostadas y agua. Luego, a las ocho en punto, las familias se dirigían a misa.
El almuerzo, una de las dos comidas importantes del día, se servía a partir de las nueve de la mañana. No se comenzaba hasta después de bendecir los alimentos. El plato más característico era el "Puchero" o Sancochado, que reunía treinta y dos ingredientes entre verduras y carnes; en su defecto el "Chupe" , Carne en adobo, Tamales, Chicharrones, Sopa de mondongo, Chanfaina, etc. Los domingos era clásico el Chicharrón y los Tamales. Al último se servía el pastelillo, un dulce de yuca y camote. Para terminar, un Mate o un Champús en invierno. Luego se trasladó el almuerzo para el medio día, siguiendo la costumbre francesa.
Existía una costumbre de realizar o recibir visitas luego del almuerzo. Se esperaba las visitas, sentados en muebles, con una disposición especial que permitiera que el visitante, desde la puerta, pudiera divisar a toda la familia. En estas visitas se acostumbraba servir algunos dulces, chocolate, y echarse un trago: el "Once", aguardiente o Pisco. Once porque, para ese entonces, el Pisco era llamado aguardiente y dicha palabra consta de once letras.
Las comidas. Los domingos y días de fiesta, en los cuales era más frecuente salir de visita o realizar algún paseo por los portales de la Plaza Mayor, a partir de las dos de la tarde, sonaba una campanilla, la cual anunciaba la comida(la más importante del día). Cerradas las puertas de calle y bendecidas las viandas, empezaba la comilona. En este caso, también eran usuales los picantes y el Puchero. Las familias más pobres consumían la "Humita", pan de maíz fresco o "choqlo t'anta"(pan de choclo en quechua). Además el "Sango", un dulce grueso elaborado con harina de maíz. Éste era principal alimento de los esclavos de las haciendas y plantaciones.
Los limeños debían tomar un vaso de agua después de las comidas, pero no sin antes comer algún dulce. Se comía Quesillo con miel de chancaca, Mazamorras, Alfajores, Confites de frutas, Huevo molle, Pasta de almendras, etc. Luego, se disponían a recibir más visitas. A veces en el mismo comedor y otras veces en una sala especial, en la que degustaban chocolate, aguardiente(Pisco), y más dulces.
Luego de la comida, en especial los domingos y días de fiesta, era popular pasear por las alamedas o ir a ver los Amancaes, unas flores amarillas que crecían por el mes de junio en el Rímac, sobre una pampa especial. Si se quedaban en casa, tomaban una siesta de cuatro a seis luego se preparaban para recibir más visitas.
Poco antes de las siente de la noche era común pasear por el Puente de Piedra que está encima del río Rímac.
Cena y comidas de la madrugada. A las nueve de la noche, se acostumbraba servir, como cena, una taza de café, chocolate o cualquier bebida refrescante, como limonada, agua de piña, etc. Los más pudientes consumían helados.
Y, en la plaza mayor, se reunían familias enteras de negros e indios viajeros, quienes encendían grandes fogatas para preparar sus alimentos.
En la calle del Capón(hoy Capón, a secas) había un establecimiento en el que los jóvenes iban a servirse "ración de mala noche", la cual consistía en pan semita (serrano) con chicharrón de chancho, yuca y camote frito, junto con jugo de naranja.
Me parece que hoy acostumbramos comer un poquito menos. ¡Qué RICOS tiempos! . ¡Que vuelvan!
La información presentada anteriormente fue recogida del libro "La cocina cotidiana y festiva de los limeños en el siglo XIX" de Rosario Olivas Weston.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Te veo mucho potencial para ser la chica de la semana en Blog. Por ahí que te hago famosa. Soy Nietzsche, más conocido como el Dr bilis. Cuando publiques una foto tuya adecuada para publicarla me avisas y te nombro la chica de la semana. ¿ok? Un beso.
Nietzsche
www.vomitandobilis.blogspot.com

pd: escribo como anonymous porque no estoy en mi Pc.

C. de DiarioTec dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Juan Arellano dijo...

Sin ninguna relación con el comentario biliar... Tu post ha sido seleccionado para la sección recomendados de Blogsperú.

Anónimo dijo...

Buen post, hace tiempo que no leia uno bueno. Aprendi muchas cosas del pasado. Me imagino a la gente de antaño toda gordita, ja.

Anónimo dijo...

Shu... olvide identificarme y colocar un comentario más. ¿en que momento trabajaban estos grandisimos limeños?

Morena dijo...

Muchas gracias por seleccionar mi post para recomendado de "blogsperu", me siento halagada.
Ehm.. respecto a lo de que estaban gorditos...hay que recordar que ellos hacían muchas caminatas y los quehaceres diarios requerían mayor esfuerzo físico porque no había tanta tecnología como ahora. Por otro lado, creo que vivían del trabajo des sus esclavos. Por eso no 5enían que trabajar tanto y se daban tremendos lujos.
Sigan vistándome :)
Gracias de nuevo

Flavio dijo...

Yo te conozco!!! Tú eres D..., hermana de Alfredo y de Cesar. jejeje (vamos a mantener tu anonimato)

Buen post, muy buen post!! Ya estás en los recomendados!! Felicitaciones!!

Saludos al zorro y dile que haga su propio blog tambien!